Seguro que estos días os habéis planteado cuál es la mejor manera de limpiar y mantener impecables todos los textiles de vuestra casa. Somos conscientes de la importancia del cuidado de nuestra ropa de casa, así que hoy os vamos a dar unos cuantos truquitos para que siempre esté bonita y perfecta como el primer día.
Revisa las etiquetas
Parece muy obvio, pero en ocasiones se nos olvida. Lo primero que tenemos que hacer es mirar si el artículo tiene una etiqueta con las instrucciones de lavado. Si es así, lo tendremos muy fácil ya que estará todo explicado en la etiqueta y nos indicará si requiere algún cuidado especial. Ante cualquier duda es mejor probar primero en una zona poco visible.
No abuses del detergente, ni del suavizante
Son productos químicos y a la larga pueden dañar la ropa de cama. Es ideal utilizar detergentes naturales y evitar los suavizantes perfumados.
Quita siempre las manchas antes de lavar
Si lavamos directamente un artículo textil con una mancha, es muy probable que la mancha permanezca después del lavado, independientemente del programa que hayamos usado. Lo adecuado es quitar la mancha primero y lavar la prenda inmediatamente. Para eliminar manchas de vino tinto y café es muy efectivo el vino blanco; los polvos talco son eficaces con las manchas de aceite, el alcohol con la tinta y la sal fina con las manchas de comida o bebida.
Lava y tienda la ropa del revés
Durante el lavado no se estropearán los colores y el sol tampoco se comerá los colores durante el proceso de secado. Si se trata de fundas de cojín o sofá, es muy recomendable lavarlas con las cremalleras cerradas para evitar que el tejido se enganche y deteriore.
Fija los colores en las prendas de algodón
El algodón es una las mejores fibras para todas aquellas prendas que están en contacto con nuestra piel como los juegos de cama, pero también es un tejido algo más delicado. Para fijar bien los colores en los tejidos de algodón y que luzcan deslumbrantes, te recomendamos sumergirlos en agua fría y vinagre antes del primer lavado.
Tejidos blancos, siempre blancos
Con el uso y los lavados, los tejidos blancos tienden a amarillerar. El bicarbonato, la leche o el zumo de limón son unos grandes aliados para devolverlos a su color original,. Si dejamos la prenda a remojo durante 1 hora en un recipiente con agua templada y 3 cucharadas de bicarbonato antes del lavado, obtendremos un blanco espectacular.
Lava las sábanas antes de usar
Es conveniente lavar las sábanas y fundas nórdicas antes de usarlas para eliminar cualquier resto de sustancia química que pudieran llevar. Además conseguiremos un tacto agradable desde el primer momento.
Edredones y nórdicos esponjosos
Airea y sacude los edredones y nórdicos con regularidad para que se mantengan siempre esponjosos y agradables. No uses el aspirador, ya que puede romper las fibras o dañar las plumas. Lávalos siempre en un programa suave y con un par de pelotas de tenis para evitar que se apelmacen. Si son grandes, la mejor opción es la tintorería.
Sofás y tapicerías
Debemos aspirar frecuentemente los respaldos y asientos para eliminar todo tipo de restos y polvo. El reposacabezas y los brazos de sofás y butacas tienden a oscurecer. Un truco perfecto para evitarlo es frotar las marcas con un paño impregnado con sal humedecida. Lo dejamos secar y pasamos un cepillo para quitar la sal. Resultan también muy interesantes los tejidos de tapicería con tratamiento Water Clean que permiten eliminar las manchas simplemente con un paño húmedo.
Cortinas y estores
Es suficiente lavarlas cada cambio de temporada, pero sí que debemos aspirar el polvo de las mismas regularmente. Para lavar cortinas grandes o de tejidos delicados como la seda, os recomendamos llevarlas a la tintorería. Si caben en la lavadora y son de materiales como poliéster, lino o algodón, un lavado en agua fría y con jabón neutro es lo indicado. Cuelga las cortinas aún húmedas, ya que con su propio peso se alisan. Si en cualquier caso, requirieran planchado, es mejor hacerlo con la cortina colgada.
Plancha con vapor
Plancha toda tu ropa de hogar siempre cuando aún esté un poco húmeda y con la opción de máximo vapor, ya que facilitará la eliminación de las arrugas y se secará al mismo tiempo.
Guardar la ropa
Nunca guardes la ropa de casa húmeda, ya que se deteriorará y adquirirá mal olor. Lo adecuado es guardarla bien seca y planchada en fundas textiles, cajas de tela o cestas de fibras naturales. No la guardes en cajas de cartón porque pueden manchar o dañar la ropa. Queda perfecta si incluyes alguna bolsita perfumada del aroma que más te guste.
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